La oficina de investigación Naval de la Marina de los Estados Unidos, está desarrollando el dispositivo de evaluación de carga explosiva, sentidos y análisis, mejor conocido como BLAST (Blast Load Assessment Sense and Test), que consta de un sistema de sensores que podrían determinar si la onda de choque de una explosión haya podido dañar su cerebro.
Las explosiones pueden producir lesiones no visibles, como por ejemplo traumas cerebrales, que podría presentarse posteriormente a la previa evaluación médica. Estos sensores minúsculos colocados en un casco y armadura, registrarían la presión de la explosión y la compartirían con un explorador.
En este proceso cuando se utiliza esta herramienta, ella estaría acompañada de una evaluación neurológica en la palma de la mano, que estimula los dedos para medir sus respuestas. Estos datos les permitirán a los equipos médicos decidir de forma rápida si usted es capaz de regresar al combate.
El BLAST aceleraría los estudios médicos y podría mejorar diagnósticos
Con este dispositivo se podría solucionar situaciones donde los soldados que este cerca de una explosión, alrededor de 165 pies, para el caso actual el soldado tendría una evaluación que duraría un día completo, tiempo que no sería suficiente para evaluar adecuadamente un trauma cerebral. Con la ayuda del BLAST, podría limitar el orden de retirada a los soldados que realmente están afectados, ya que su evaluación sería más rápida y segura desde el punto de vista médico.
Hasta los momentos el sistema todavía está en el laboratorio, pero sus primeras pruebas de campo deben comenzar dentro de un año y medio. La ONR le gustaría poner esto en manos de equipos de adquisición dentro de 3 a 5 años. Esta oficina se centra principalmente en la Marina y el Cuerpo de Marines, es por esto que este sistema podría hacer la diferencia entre un viaje al hospital de campaña o permanecer en la línea del frente de batalla.