El Centro de Investigaciones Pew (O Pew Research Center, en inglés), un think tank dedicado al estudio de las tendencias de la población americana, comprobó que el 49 por ciento de la misma dice que juegan videojuegos, al menos de manera esporádica en la computadora, en TV, con una consola de sobremesa o un portátil, como lo puede ser un celular. Y aunque casi la mitad de los estadounidenses juegan videojuegos, sólo un 10 por ciento de esa población se considera gamer.
Antiguos estereotipos se mantienen en vigencia, de acuerdo con el estudio; se consiguió también que el 60 por ciento de las personas que juegan videojuegos sean hombres.
Y si bien eso es cierto, también es cierto que es un hecho de margen muy delgado. El estudio reveló que el 50 por ciento de los hombres y el 48 por ciento de las mujeres dijeron que juegan videojuegos. Y lo más extraño es que las féminas de 50 años en adelante presentan mayor proclividad a jugar videojuegos que hombres del mismo grupo de edades.
Aún cuando casi la mitad de Estados Unidos se unió a la movida de los videojuegos, muchas personas han tenido reacciones mixtas con respecto al impacto de dicho elemento en la sociedad, a nivel general.
Una porción bien importante de los que contestaron la encuesta (43%) estuvieron de acuerdo con que “las personas que juegan videojuegos violentos son más propensas a ser violentas”, mientras otra parte (53%) contestó que no estaban de acuerdo con ese pensamiento.
Hubo una repartición más o menos equitativas entre la respuesta de si los videojuegos son una pérdida de tiempo o no, con 26% de quienes respondieron la encuesta diciendo que sí y 24% diciendo que no, y un 33% opinó que para algunos juegos aplica esa realidad, mientras que para otros no. El 16% restante no estaban seguros de poder responder ese último planteamiento, quizá debido a la distracción que les causaba el estar jugando Candy Crush.