Esta semana, Bloomberg Business trae el perfil de George Hotz, mejor conocido por miembros de la comunidad informática como “Geohot”, pionero en la escena del jailbreak en iPhone, función que permitió colocar aplicaciones de manera personalizada en el teléfono por primera vez; ahora se encuentra habituado a algo muy diferente: crear un sistema que haga autónomo a un automóvil, usando de base un Sedan Acura ILX. Parece estar funcionando, supuestamente; lo que es especialmente increíble, considerando que está trabajando en dicho proyecto por sí solo, habiéndolo comenzado en Octubre.
Hotz, quién es considerado un prodigio, ha sido inconsistente entre empleos en el ámbito tecnológico que ha conseguido, son muy poco satisfactorios, a nivel intelectual; eso lo ha impulsado a perseguir este nuevo emprendimiento por su cuenta con una compañía a la que llama comma.ai.
Su meta es suplantar a Mobileye, una proveedora de sistemas de asistencia del manejo que da función al piloto automático de automóviles Tesla y otros de la industria. Curiosamente, Bloomberg reporta que incluso Elon Musk se interesa por el proyecto de Hotz, quién le ha ofrecido trabajar en el software del Autopilot de sus autos, en Tesla. “Me alegraría ofrecerte un bono multimillonario con un mayor horizonte de tiempo, que te empezaría a pagar tan pronto como descontinuemos Mobileye”, se dice que escribió Musk a Hotz por correo, a lo que el último declinó, refiriéndose a los siempre cambiantes términos de contrato del primero.
George dice que su sistema es sustancialmente distinto de aquellos que acaparan el mercado, en la actualidad, porque no está basado en reglas preconstruidas dentro de la programación acerca del manejo; todo lo que su sistema conoce va dado por un proceso de aprendizaje profundo que la inteligencia artificial del sistema atravesó al “verlo” manejar. (Dice que estará manejando en Uber por un par de meses para entrenar más rápido al sistema).
El problema más fundamental de todo este asunto es que para que el sistema sea óptimo, tendrá que pasar del hecho de que los pilotos automáticos no se comportan como humanos; nosotros cometemos errores y algunos somos simplemente muy malos conductores. Así que tendrá que contar con un espectro más amplio de aprendizaje, usando a distintos conductores para enriquecer a la base de datos.