Parece que en la informática está todo inventado, pero desde hace un tiempo todo el mundo está como loco con los discos SSD. La razón es que estos discos, de memoria sólida como los pendrives, son mucho más rápidos que los mecánicos o discos duros tradicionales.
Por eso muchas personas los compran para actualizar sus ordenadores, ya que estos discos SSD hacen que el sistema operativo vaya más fluido y que cargue antes.
Lo mismo pasa con los programa de uso común, como las suites de ofimática, las cuales muchos usamos durante horas a diario. Sin embargo, los discos SSD tienen un problema, o mejor podemos decir que tenían ya que una prueba ha demostrado que duran más de lo que creemos.
Como cualquier otro tipo de memoria sólida, los discos SSD tienen un límite de escrituras, a partir del cual fallan. Por eso mucha gente sólo los usa para el sistema operativo y los programas con que más trabajan.
Para el resto, recomiendan un disco duro mecánico, sobre todo para guardar datos de manera masiva, con el fin de preservar al máximo el SSD y alargar su vida útil.
Sin embargo, una prueba reciente ha demostrado que esta creencia podría estar equivocada, pues se han estado escribiendo si parar archivos de 10 gigas y muchos discos SSD aguantaban dos petabytes de datos.
Lo mejor es que tras esa cantidad de información muchos discos seguían funcionando, siendo los mejores en este aspecto los de Samsung y Kingston, que seguían funcionando como si nada.
Un usuario trasfiere un par de teras al año en estos discos, por lo que tiene disco SSD para muchos años. Con este uso, antes de que el disco se rompa el usuario lo habrá cambiado por quedarse obsoleto.
De esta forma, y aunque quizá no sirvan para almacenamiento masivo, los discos SSD sí se pueden usar como cualquier otro disco mecánico según esta prueba.