Durante la larga trayectoria que ha tenido Samsung en los teléfonos inteligentes, la compañía decidió que no solo bastaba con hacerlos más pequeños de lo que estaban siendo creados. Rompiendo los moldes, la compañía creo en el año 2011 su serie Galaxy Note, iniciando la moda de los phablets, teléfonos inteligentes de mayor tamaño y con pantallas muchos más prominentes.
Desde aquel entonces, la moda de los teléfonos inteligentes de mayor tamaño, fue adquirida por varios fabricantes de teléfonos inteligentes, quienes vieron el potencial de estos dispositivos. Y a pesar del incidente que ocasionó el Galaxy Note 7 durante el 2016, Samsung aseguró que continuaría fabricando sus Galaxy Note.
Esto implica que, además del próximo Galaxy S8, Samsung aún mantendrá sus planes de lanzar su Galaxy Note 8, el nuevo sucesor del phablet fallido que fue retirado del mercado luego de que empezaron a explotar en varias ocasiones.
La serie Note de Samsung seguirá trascendiendo los años
Antes de la llegada del Galaxy Note 7, a Samsung le había ido bastante bien con la venta de sus phablets. Lamentablemente, el modelo del año pasado no dejó muy buenas opiniones con respecto a estos dispositivos de la compañía, por lo que es posible que muchos decidan ir por otro modelo de la surcoreana, tal como el Galaxy S8.
Pero la tentación de adquirir un dispositivo con una prominente pantalla y componentes de gama alta, quizás sea una buena forma de convencer a los compradores de adquirir el no tan mencionado Galaxy Note 8.
Por supuesto, el resto de la responsabilidad de crear un nuevo phablet durante este año, recaerá sobre Samsung, quien no deberá cometer los mismos errores que le costaron parte de su reputación como fabricante de phablets.
A pesar de todos los problemas que ocasionó el Galaxy Note 7 de Samsung, la compañía investigó el problema de las explosiones, llegando a la conclusión de que se trataba de una falla en el diseño en el hardware.