Me gusta la tecnología, pero sobre todo sus aplicaciones para mejorar nuestra salud. Es por eso que de vez en cuando os traigo noticias sobre nuevas tecnologías aplicadas a la salud.
Alguna vez hemos hablado de sensores inalámbricos, los cuales podrían medir la temperatura o los valores de glucosa en sangre, y hoy os voy a hablar de un nuevo sensor, al que podríamos catalogar como la evolución de los que ya hemos visto.
Hasta ahora los sensores eran pequeños trozos de plástico que se colocaban sobre la piel, pero parece que esto está a punto de cambiar con las nuevas investigaciones.
La Universidad de California nos ha mostrado un bolígrafo con el cual podemos dibujarnos los sensores sobre la piel. De este modo, podemos dibujarnos un sensor que mide la glucosa en la sangre.
Evidentemente, no se trata de un tinta normal, sino de una que reacciona con la glucosa, y que en breve parece que podría transmitir datos por bluetooth, para que los recojan los dispositivos móviles.
Esta misma tinta podría servir para medir la contaminación, de manera que dibujando sobre una hoja o un vegetal, podríamos saber si está contaminado o o lo está.
Como podréis imaginar, esto abre un campo enorme en la medicina, pues una vez que se desarrolle esta tinta, se podría modificar para que reaccionase con el colesterol, el hierro, etc.
De este modo, para medir nuestros parámetros se podría terminar con los pinchazos, que son molestos y que aterran a los niños. Bastaría con que el médico dibujase sobre la piel, para conocer cómo estamos de salud.
Con la transmisión de datos de manera inalámbrica, es posible que ni siquiera tuviésemos que ir a la consulta, ya que los datos los podríamos guardar en nuestro smartphone para mandárselos a nuestro médico, y todo sin movernos de casa.