Si eres un aficionado a la red de redes y gustas de desentrañar todos y cada uno de sus secretos, estoy convencido de que conoces TOR. De todos modos, si no estás al tanto de lo que estamos hablando, tengo que decir que, esencia, se trata de un sistema a partir del cual puedes ocultar tu identidad en la red de modo que nadie, absolutamente nadie, al menos en teoría, como ahora veremos, puede saber en qué localización te encuentras. Sin embargo su uso fraudulento a través de la Deep Web ha hecho que el FBI de Estados Unidos se haya puesto manos a la obra para intentar quebrantarlo.
Y eso que el sistema es realmente completo ya que a pesar de que tiene una mecánica sencilla de salto de router en router, son tantos los saltos intermedios que se dan hasta llegar al destino final que nunca se deja un rastro de ello. Pero, como decíamos, el FBI se ha encargado de cerrar muchos de los sitios de la Deep Web y muchos creen que ha sido posible tras la ruptura de TOR. Una noticia que no ha gustado mucho ya que tiene una serie de implicaciones que van más allá de la ocultación de identidad para hechos delictivos.
Y es que si nos detenemos a reflexionar un poco, podemos decir que los numerosos países que existen en nuestro planeta que tienen regímenes opresores desde todo punto de vista, utilizaban TOR para poder tener cierta libertad en las comunicaciones y poder establecer contacto con seres queridos o para, sencillamente, estar informados de lo que estaba sucediendo en medio mundo. Sin embargo, ahora, y a pesar de que el FBI asegura que TOR sigue siendo igual de efectivo, se crea la duda de saber si ya van a poder saber nuestra identidad con todo lo que ello implica.