Los ordenadores en stick, un formato similar al de una memoria USB, pero un poco más grande y grueso no son una novedad en el mercado, pues hay decenas de modelos que casi siempre llevan Android como sistema operativo.
Lo que ya no es tan común es que esos ordenadores, que caben en el bolsillo del pantalón, lleven Windows 8.1, es decir, el mismo sistema operativo que un portátil o un equipo de sobremesa.
Esto es lo que nos ofrece el Intel Compute Stick, un ordenador con Windows, un procesador Atom de cuatro núcleos, 2 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento interno.
Además, el Intel Compute Stick también se ofrece con Linux, pero con una configuración más modesta. En este caso viene con Ubuntu, un giga de RAM y 8 GB de almacenamiento interno.
El Intel Compute Stick tiene muchos usos, pero si los ordenadores en stick con Android tienen un uso enfocado al ocio, en este caso estamos ante un ordenador funcional, con el cual se puede trabajar conectándole un teclado y un ratón.
Se conecta a los monitores o a cualquier televisión mediante el puerte HDMI, y la energía le viene a través de un puerto microUSB. De este modo, lo podemos usar con un cargador de móvil, y es posible que conectado a un puerto USB de la tele, aunque eso tendríamos que confirmarlo.
Sus usos son casi infinitos, pues puede venir con nosotros en el bolsillo, en la mochila o en el maletín y ser usado casi en cualquier parte en donde haya una tele o un monitor.
Su precio no es alto, pues la versión con Windows costará 149 dólares, mientras que la versión con Ubuntu sólo costará 89 dólares, lo que los hace muy accesibles.
De este modo, se pueden convertir en magníficos media center, o incluso pueden servir como primer ordenador para niños, personas mayores, o como ordenador principal para aquellos que sólo navegan, usan las redes sociales y ven un vídeo de vez en cuando.