La verdad es que el día que conocimos la idea que perseguía Kano, nosotros al igual que muchos no estábamos muy convencidos de su concepto. Sin embargo, con el paso del tiempo no solo nos ha ido convenciendo sino que al mismo tiempo nos hemos dado cuenta de que puede tener una buena legiónd e seguidores. Y es que, en esencia, básicamente lo que pretende este Kano es ofrecer un ordenador de sobremesa, de unas dimensiones extremadamente reducidas, y que nos va a permitir iniciarnos dentro del mundo de la informática. Pero, ¿hasta dónde vamos a poder profundizar con este invento?
Pues bien, lo primero que tenemos que decir es que vamos a poder hacer uso de su sistema operativo Kano OS para aprender todo lo que necesitesmos de Linux ya que a pesar de que es un sistema operativo propio, a nadie se le escapa que está basado en Linux por lo que todo lo que aprendamos es extrapolable. Pero eso no es todo ya que también vamos a poder iniciarnos dentro del mundo de la programación de modo que pasados unos cuantos meses habremos sabido ya las principales instrucciones y estructuras para programar.
Y todo ello con un ordenador muy pequeño que integra una Raspberry Pi model B así como un teclado totalmente inalámbrico junto con un pequeño pero potente al mismo tiempo altavoz. Además, tiene un montaje realmente sencillo y no le faltan las conexiones típicas y ya clásicas como puden ser los puertos USB. Sin embargo, el único problema que muchos le pueden ver es el precio, como suele suceder en este tipo de casos. Y es que si bien es cierto que los 119 dólares iniciales que iba a costar atrajeron a muchos, no es menos cierto que los 149 euros que cuesta ahora puede echar para atrás a más de uno.