Eran muchas las expectativas que se tenían sobre los nuevos procesadores de Intel. Sin embargo, como ahora vamos a ver, los nuevos Core M, nos han dado una de cal y una de arena. De hecho, hay que hacer notar que estos procesadores de Intel se han visto ralentizados en su concepción y desarrollo debido a una serie de problemas que ha habido en conjunto y que ha impedido que la compañía pueda continuar a buen ritmo todo lo que tiene que ver con su línea de desarrollo. Sin embargo, son muchos los dispositivos que se pueden ver beneficiados por la nueva tecnología que presentamos hoy aquí.
Los Core M, menos potentes pero mejor hechos
Esta podría ser la frase con la que resumir el trabajo que se ha hecho dentro de este procesador. Y es que tras las pruebas a las que ha sido cometido se puede concluir afirmando que si lo que pretendes es mover una tableta o un ultrabook, como por ejemplo los de la marca Lenovo, no vas a tener ningún problema ya que este micro se presenta como una alternativa reamente fiable la mires por donde la mires ya que gracias a su nueva microarquitectura el grueso de tareas se ve muy optimizado. Sin embargo, si te estás preguntando si esta nueva generación de procesadores pueden suponer el futuro en cuanto a ordenadores portátiles o en cuanto a ordenadores de sobremesa la respuesta es un no rotundo. Y es que si tenemos en cuenta que este tipo de inventos requieren de una gran potencia, hay que decir que la nueva familia de Intel no destaca precisamente por eso. De todos modos habrá que ver cómo se adaptan a otros dispositivos y saber si el software que les acompaña puede suplir algunas de sus carencias de modo que todo sea mucho más óptimo en todos los sentidos.
Fuente – Intel