Expertos en seguridad han encontrado un defecto en Chrome, así como en cualquier navegador basado en Chromium, que elude la gestión de derechos digitales de Widevine de Google.
A medida que el sistema deja de realizar las verificaciones correspondientes para asegurarse de que el vídeo descifrado esté reproduciéndose sólo en el navegador, es posible capturar ese video y pasarlo al reproductor multimedia del navegador. Con el software adecuado, sólo es cuestión de pulsar el botón de reproducción para iniciar la copia de una película de Netflix, por ejemplo.
Actualmente, los más grandes medios de comunicación insisten en usar sistemas de protección contra copia en los navegadores para evitar que los contrabandistas logren robar secuencias de vídeo o streams, pero estas medidas contra la piratería no son infalibles.
Los investigadores no revelarán exactamente cómo funciona la técnica anteriormente mencionada, al menos hasta que haya un parche que solucione totalmente este problema. Sin embargo, se describe como un método relativamente simple. Es probable que este problema haya existido desde que Google implementó Widevine en Chrome, añaden.
La empresa comenta que están estudiando de cerca el exploit, pero que la naturaleza de código abierto de Chrome dicta que cualquier persona debería poder «crear sus propias versiones» del software que usen distintos sistemas de protección de copia o modifiquen la forma en que funciona.
Por otro lado, no es seguro que este sea un problema específico de Google. Firefox y Opera utilizan Widevine también, por lo que es posible que puedan comportarse de la misma manera.
No hay ninguna garantía de que otros sistemas anti-copia (como los usados por Safari de Apple o el Edge de Microsoft) sean seguros. Aun así, Google puede que tengan que cerrar esta brecha de seguridad lo mejor que puedan, si quiere mantener la confianza de la industria de los medios.