Japón es un país que lleva décadas dependiendo de la energía nuclear, pero que tras el desastre nuclear que ha vivido con la explosión de la central de Fukushima se ha dado cuenta de que tiene que cambiar su política energética.
Algunos países, como España, llevan años apostando por la energía solar, que es una energía limpia, renovable e infinita, pues sólo se necesita la luz del sol.
Japón es un país innovador, por lo que en lugar de parques solares fijos como los que tienen en otros países, ellos se han propuesto hacer parques solares móviles sobre el mar.
Para ello, se ensamblan miles de paneles solares, los cuales se dejan flotando en el agua. Esto tiene varias ventajas, siendo una de ellas que al estar horizontales sobre el agua no hay ningún objeto que les pueda dar sombra y por lo tanto reducir su rendimiento.
Otra de las ventajas, quizá la fundamental, es que estas instalaciones se pueden mover. Japón está compuesto por varias islas, por lo que mover las placas por el mar no es un problema.
Que sean móviles permite que se lleven allí donde se requiera energía. Por ejemplo, se me ocurre que si en una zona tienen problemas con la energía, pueden llevar uno de estos parques solares flotantes y solucionar el problema.
Estas plantas dan energía a más de 4.000 hogares, por lo que son ideales para poblaciones pequeñas, puesto que uno solo puede proporcionar energía a todo un pueblo.
Además, pueden ser usados como fuente de energía para obras cuando se realizan en sitios a donde la energía no llega, cosa que ocurre en zonas rurales del interior.
En definitiva, a mí me parece una idea muy buena, pues al poder moverse por el mar ninguna localidad se quedará sin energía en caso de necesidad.