Los accidentes de tráfico son un problema muy serio en todos los países y lo cierto es que se puede hacer poco frente a ellos porque las tres cuartas partes de los siniestros ocurren por culpa de los conductores.
Ahora poco se puede hacer, pero en un futuro sí que se podrían evitar la gran mayoría de accidentes de circulación gracias a los sistemas V2V (Vehicle to Vehicle) que conseguiría que los coches se comunicasen entre ellos.
Este sistema, que tiene diferentes nombres dependiendo del fabricante que lo esté desarrollando, crea una especie de red WiFi a la que se conectan los coches que están próximos, con un alcance máximo de un km si no hay obstáculos y de unos 300 metros en ciudad.
El cometido es que los coches «hablen» entre sí para advertir a los conductores mediante señales en el tablero, con la finalidad de evitar los accidentes. La conducción sigue dependiendo de las personas, pero éstas ahora tendrán muchos más elementos para evitar este tipo de situaciones.
La idea es que si un coche se aproxima a nosotros en un cruce en el que no hay visibilidad, y el sistema V2V calcula que pueden cruzarse, el mismo sistema nos muestre un mensaje diciendo lo que está pasando, y lo mismo si hay un coche averiado en mitad de la calzada que aún no vemos, un accidente, o si el semáforo que hay más adelante se va a poner rojo.
Además, este sistema V2V se podría combinar con otros elementos de seguridad, como los de la frenada automática, lo que minimizaría la posibilidad del error humano, que es lo que se trata de evitar.
Finalmente, este sistema incluso podría servir para eliminar los atropellos de peatones, ya que se podría comunicar con los smartphones para decirnos si una persona está cruzando y saliendo detrás de un camión o si se aproxima a un paso de cebra.