Seguro que alguno de vosotros tiene un familiar diabético o al menos conoce a a alguien que tiene esta enfermedad, que consiste en la incapacidad del cuerpo para controlar los niveles de glucosa.
Parte del tratamiento consiste en medir estos niveles, algo que es un poco molesto, pues para hacerlo hay que pinchar en un dedo y extraer un poco de sangre.
Esto puede ser doloroso, y si por cualquier cosa hay que hacer varios controles al día, los dedos del enfermo quedan «como un colador» debido a la sucesión de pinchazos.
La tecnología puede terminar con esto, pues gracias a la investigación se ha conseguido una especie de tatuaje temporal, como los que vienen a veces en los chicles o bollos para niños, que mide la glucosa en sangre.
Estos tatuajes luego se quitan y se analizan, evitando así los molestos pinchazos, que además son caros, puesto que las agujas que se usan son especiales y hacen falta también unas tiras reactivas.
Frente a la molestia y al precio del método tradicional, el tatuaje temporal es indoloro, no molesta y es barato, pues cada uno no cuesta más de unos céntimos.
Esta tecnología está en su fase más incipiente, y por eso los científicos están investigando para mejorarla. Ahora mismo se centran en tratar de dotar a los tatuajes de tecnología bluetooth, con la finalidad de que puedan enviar los datos a un smartphone.
De este modo, los datos irían del tatuaje al smartphone del paciente, el cual se los puede enseñar el médico o mandárselos. Otra opción es que se acuda a un centro médico y que allí se descarguen los datos.
Para finalizar, decir que tengo varios familiares con diabetes, por lo que sé de la importancia que tienen estos avances para permitirles llevar una vida mejor y con menos inconvenientes.